Elementos del ambiente, los factores abióticos

Para comenzar el tema es necesario dejar en claro dos términos importantes, el primero de ellos es el medio, el entorno que nos rodea, las condiciones y los factores que en este se presentan, son utilizados por los seres vivos con la finalidad de llevar a cabo las funciones vitales. Por otro lado tenemos al ambiente que engloba las mismas características planteadas en el concepto de medio. Emplear ambas palabras para referirnos al mismo concepto es correcto pero, emplear las dos a la vez, es decir «Medio ambiente» implicaría que estamos siendo redundantes con lo que nos queramos referir.

Tipos de ambiente

La naturaleza alberga diferentes tipos de ambientes que, a su vez, resguardan una gran complejidad y diversidad de recursos, brevemente describiremos algunos de estos:

Ambiente acuático: está catalogada en dos grandes categorías, las aguas oceánicas y las aguas terrestres. Las primeras comprenden los mares y océanos en los que se alberga la gran mayoría de la diversidad conocida y desconocida mientras que, la segunda agrupa a los ríos, lagos, lagunas y pantanos (Fig.1).

Ambiente terrestre: está determinada por la presencia o ausencia de vegetación, de la cual, depende la vida animal como una de las principales fuentes de alimento y/ o refugio, condicionando la distribución y abundancia de las especies (Fig. 2).

Ambiente de transición: estas se modifican a través del tiempo ya sea por los cambios naturales que condicione el ambiente mismo o bien, por las perturbaciones ocasionadas por el ser humano mediante las actividades productivas para satisfacer sus necesidades.

Los factores abióticos

¿Qué es lo que determina que las especies puedan habitar un ecosistema particular? La respuesta está dada, en primer lugar, a las condiciones que el medio imponga en una región determinada de la biosfera, permitiendo así, la gran diversidad de ecosistemas, las cuales, obligan a las especies a adquirir características distintivas (estructura, organización, metabolismo, homeostasis, irritabilidad, reproducción y crecimiento) que les ayudarán a adaptarse a dichas imposiciones.

Los «factores abióticos» son también denominados como factores físicos y están constituidos por componentes fisicoquímicos inanimados o inertes que influyen sobre los seres vivos: por ejemplo, la energía solar, el agua, la atmósfera, la topografía, el pH, la altitud y la latitud, entre otros.

Existen dos factores que constituyen al medio abiótico, los recursos y las condiciones. Refiriéndonos al primero, estos son elementos del medio que los organismos usan o consumen, y al hacerlo, disminuyen la disponibilidad de los mismos. Por otro lado, las condiciones son factores del medio que los organismos perciben o experimentan, esto no implica necesariamente un consumo.

A continuación revisaremos algunos de los principales factores abióticos.

Luz

La temperatura y la humedad se encuentran muy relacionados, sin embargo, la luz, que está muy estrechamente relacionado con la temperatura también participa en la regulación climática del mundo. La cantidad de radiación lumínica que recibe un punto sobre la superficie terrestre varia a lo largo del día y del año. Al número de horas de luz y oscuridad a lo largo de un periodo de 24 horas se le denomina como fotoperiodo.

El papel de la luz y, por ende, del fotoperiodo en los procesos biológicos es muy complejo, ya que involucra a un mecanismo metabólico que es de vital importancia para todos los seres vivos pues, las plantas al capturar los fotónes de la luz, junto con el agua y el dióxido de carbono permiten que se lleve a cabo la fotosíntesis. El producto final es la glucosa que permitirá ser consumido por los organismos heterótrofos para llevar a cabo la glucólisis.

Atmósfera

Del griego atmos (vapor de aire) y spharia (esfera), es la masa gaseosa que envuelve a la tierra donde se encuentra el oxígeno que la mayoría de los seres vivos emplea para su respiración y el dióxido de carbono, que los organismos fotosintéticos requieren para producir compuestos orgánicos. En este se llevan a cabo todos los fenómenos meteorológicos que integran al clima (temperatura del aire, presión atmosférica, vientos, humedad atmosférica y precipitaciones) (Figura 3).

Fig. 3. Circulación general de la atmósfera.

Agua

Cubre más de tres cuartas partes de la superficie terrestre, lo que la convierte en el hábitat más extenso de la tierra. En los organismos constituye entre el 70 a 90% de su peso corporal, lo que permite en el mismo, el balance hídrico (relación entre la ingesta y la perdida). Tiene una alta capacidad calorífica lo que la convierte en un importante termorregulador del ambiente.

Temperatura

La temperatura depende de la incidencia de los rayos solares sobre la superficie terrestre, permitiendo cambios durante el día, a lo largo del año y entre sitios ubicados a distinta latitud así como de la altitud. Sabemos que el movimiento de rotación y de traslación del planeta, al igual que su inclinación aportan mucho sobre el cambio de los climas debido a la radiación que incide de polo a polo, permitiendo que las regiones que se encuentran próximas al ecuador reciban una mayor cantidad de luz mientras que, los polos, al recibir menos, suelen manifestar un clima más frío. En contraste, la altitud influye por la altura al nivel del mar, las cumbres de las montañas suelen ser más frías respecto a las zonas que se encuentran muy cercanas al nivel del mar.

¿Cómo influye la temperatura en los organismos? Podemos entender que los climas son más extremos mientras más nos alejemos del mar, esto condiciona a los organismos a adquirir características particulares para cada ocasión. En primer lugar tenemos a los organismos endotermos, que son capaces de regular su propia temperatura a través de un metabolismo muy activo que puede generar calor o bien, reducirlo, y los ectotermos, cuya temperatura depende de las condiciones térmicas del ambiente.

Humedad

La temperatura, en conjunto con la humedad, son los factores más importantes que determinan la distribución de las especies de organismos en el planeta.

La humedad se referencia del agua y esta puede estar en la atmósfera o en el suelo. La humedad atmosférica es la cantidad de vapor de agua que contiene el aire, mientras que la humedad edáfica se refiere a la cantidad de agua contenida en el suelo. La humedad y la temperatura se afectan mutuamente: cuando la temperatura se eleva el agua se evapora por el cambio de estado de agregación pasando a formar parte de la atmósfera; consecuentemente, la temperatura disminuirá por la condensación dando origen a los rocíos o a las lluvias, permitiendo su accesibilidad a los seres vivos.

Suelo

Para las plantas, contar con un sustrato con características particulares tales como su fertilidad, textura y capacidad de retención del agua son de gran importancia pues obtienen de el mucho de los elementos nutritivos para su sustento. Las partículas que forman el suelo provienen de la descomposición de la materia orgánica, y del intemperismo de la roca madre.

Respecto a la textura, podemos decir que el tamaño de la partícula es lo que la determina. Aquellos suelos que contengan partículas muy finas como el limo o la arcilla, dificultarán la infiltración del agua, esto por su alto grado de compactación.

Topografía

Se trata de la configuración de la superficie terrestre de una región, es decir, la existencia de colinas, valles y montañas que determinan las diferentes altitudes.

Influye sobre los climas de las regiones ya que la altitud marca la diferencia en la temperatura del aire, la humedad y la cantidad de precipitaciones.

Por lo general, los valles o las regiones bajas suelen ser más cálidas que las zonas montañosas altas.

Altitud

Es la distancia vertical media en metros a partir del nivel del mar. Conforme aumenta la altitud, la temperatura tiende a ser más fría y la atmósfera se torna más húmeda, lo que favorece el desarrollo de la flora y fauna características de dicha región.

Latitud

También denominado como paralelo, es la distancia media en grados a partir del Ecuador. La temperatura suele aumentar conforme se acerca al Ecuador y disminuye conforme se avanza hacia los polos. Las comunidades bióticas también cambian conforme a la latitud.

Salinidad

La salinidad es la concentración de sales disueltas en el agua o en el suelo. La concentración de esta, afecta a los organismos que se encuentran lidiando con este factor. Por ejemplo, la concentración salina que se encuentra en los océanos es de aproximadamente el 3.5% mientras que, en las aguas dulces es de apenas el 1%. Gracias a una cualidad llamada balance osmótico es por la que los organismos acuáticos (especialmente los que viven en el océano) pueden adaptarse sin problemas.

pH

Conocido como el potencial de hidrógeno, este hace referencia al grado de acidez o alcalinidad de un medio (en este caso el agua y el suelo). Un ejemplo lo podemos encontrar en el suelo donde las plantas (en terminos generales) pueden adaptarse a vivir en condiciones de pH 7 a 8 pero, su viabilidad se ve reducida en un pH ácido.

Para distinguir entre el pH y el pOH de una sustancia, así como, calcular la concentración de estas, puedes consultar la nota «Ácido y base. Distinción de sustancias y cálculo de pH y pOH».

Referencias y recomendaciones

Bautista. Q, J. M. (07 de mayo de 2020). Ácido y base. Distinción de sustancias y cálculo de pH y pOH. Explorer BioGen. Recuperado el día 08 de abril de 2023 en: https://wp.me/p7rAqZ-1zA

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