Los riesgos hidrometeorológicos tienen su fundamento en la participación protagónica del agua, misma que ocasiona el arrastre de diversos materiales tales como las rocas, la tierra, el lodo y el agua de los ríos y océanos hacia o sobre la superficie terrestre, modificando el paisaje en su totalidad. Dicho riesgo compromete las diferentes actividades de los que el ser humano depende. Con base en su potencial dañino podemos destacar a los huracanes, las inundaciones, las heladas, los tornados, las sequías, los frentes fríos y los aluviones.
Huracanes (Ciclones tropicales)
La precipitación, la temperatura y los canales de baja presión son los factores involucrados en el desarrollo de este fenómeno. Su desarrollo se lleva a cabo en aguas tropicales, tiene una circulación, en superficie, organizada y definida en sentido contrario a las manecillas del reloj. Dependiendo de su intensidad se les clasifica en perturbación tropical (vientos ligeros en superficie), depresión tropical (vientos en superficie con una velocidad máxima de 61 km/h), tormenta tropical (vientos de entre 62 y hasta los 87 km/h) y los huracanes (con vientos iguales o mayores a los 118 km/h).
Hablando de los huracanes, es importante destacar que estos son clasificados en diferentes categorías dependiendo de la velocidad a la cual se manifiestan (Figura 1).
Inundación
El asenso temporal e inusual del nivel de un río o presa, ocasiona el desbordamiento de estos sobre una zona que, por lo general, es considerada seca. La evidencia de este fenómeno se fundamenta en las lluvias de gran intensidad y de tiempo prolongado, mismas que son ocasionadas por la presencia de tormentas tropicales y huracanes.
Heladas
Este fenómeno es perceptible en cuanto la temperatura iguala o incluso disminuye por debajo de los 0°C. Es muy común encontrarlas en zonas montañosas o en ciertas latitudes del planeta, de igual modo, en la temporada de invierno. Cuando se manifiesta, la duración de las mismas puede prolongarse por días, provocando daños en la infraestructura urbana e incluso, en los cultivos.
Tornados
A partir de una nube cumulonimbos (con una considerable expansión y desarrollo vertical, además de un gran volumen de agua contenida), se forman los tornados, remolinos que son formados por un intenso descenso en la presión en su centro y, por ende, fuertes vientos que circulan en forma ciclónica. Los vientos que provocan pueden alcanzar hasta velocidades de 400 km por hora.
Sequías
La falta de precipitación por periodos prolongados y más, en temporadas donde debería haber precipitación en una región determinada, es un indicativo de una situación climática anómala. Para que se pueda declarar sequía es necesario que se cumplan dichos requisitos tomando en consideración la región en cuestión.
Frente frío
Esta se manifiesta cuando una masa de aire frío se dirige hacia latitudes menores, su borde delantero se introduce como una especie de cuña entre el suelo y el aire caliente. Este fenómeno manifiesta chubascos o incluso nevadas cuando la temperatura es muy baja. Al momento de su desplazamiento, la masa de aire que desplaza al cálido provoca descensos rápidos en la temperatura.
Aluvión
También denominado como deslizamiento, es característico por un movimiento brusco de la tierra, lo que ocasiona un flujo rápido y violento de rocas, tierra y otros residuos que arrastre el agua. Justamente por el acumulamiento del agua en el suelo, derivado de las intensas lluvias, el terreno (ladera o quebrada) es convertido en un río caudaloso que puede extenderse varios kilómetros, destruyendo todo a su paso debido al acumulamiento de otros materiales durante su trayecto.